Tras el paso de la pandemia de la COVID-19, la limpieza industrial ha alcanzado una nueva cota de importancia en empresas, fábricas y oficinas. Pero más allá de un fenómeno extraordinario como la propagación a nivel mundial de la COVID-19, la limpieza en los lugares de trabajo es una necesidad propia de cualquier espacio en el que se concentren muchas personas.
Estos son los problemas a los que puede enfrentarse una empresa si no cuida la limpieza en su ambiente de trabajo:
- Desorden: la desorganización en el lugar de trabajo, además de transmitir un ambiente poco profesional, puede conducir a que se produzcan accidentes laborales por tropiezos o caídas.
- Gérmenes: la falta de una higienización continua puede llevar a la generación (en muchas ocasiones, rápida e indetectable) de gérmenes y/o bacterias. Por ello, debe tenerse especial cuidado no solo en focos clave como el baño o la cocina, si no en cualquier superficie que no reciba una atención adecuada.
- Moho: extremadamente en común en áreas geográficas con mucha humedad, así como en espacios de trabajo en los que se trabaja con agua, el moho puede producir importantes problemas respiratorios.
- Falta de moral: más allá del componente higiénico de la limpieza, un lugar de trabajo sucio y desordenado puede llevar a una desmoralización del personal, siendo un motivo recurrente de depresión y ansiedad en los trabajadores.
- Bajas por enfermedad: este último punto es “el peor de los casos” a los que puede enfrentarse una empresa por falta de higiene; ya sea por una enfermedad física o mental, las bajas por enfermedad producidas por falta de higiene pueden evitarse recurriendo a profesionales de la limpieza en el sector.
Por último, y como señalamos en la línea anterior, cualquier oficina, almacén o fábrica debe contar, de forma prácticamente predefinida, con un equipo de limpieza contratado y con conocimiento de qué productos y formas de limpieza deben realizarse en un espacio de trabajo para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los empleados.