María José García Responsable de la administración financiera de MULTIVAC
Antonio García Relación con los clientes y encargado del personal de MULTIVAC
Pregunta: ¿Me pueden comentar brevemente su trayectoria profesional?
Respuesta Antonio: La empresa comenzó su actividad en 1993, fue María José quien la puso en marcha y unos meses después me incorporé yo.
Respuesta María José: Empecé con dos socios, pero al mes se marchó uno y unas semanas después el segundo. Cuando me quedé sola se incorporó mi hermano, que era muy joven, tenía 18 años y yo unos 27. Vamos a cumplir tres décadas ofreciendo los servicios de la empresa.
P.: ¿En qué centraron las primeras actividades? ¿Qué ofrecía la empresa entonces?
R. M.J.: Yo venía de trabajar en un grupo empresarial relevante de Elche, que quería poner en marcha una empresa de servicios de limpieza. Yo desarrollé el proyecto, pero decidieron abandonarlo antes de ponerlo a funcionar. Creí que era una oportunidad y decidí hacerlo por mi cuenta. Hablé con mis jefes y les informé de mis intenciones de desarrollar este negocio, me animaron a que lo hiciese y se convirtieron en los primeros que nos contrataron. Fue una suerte disponer de contratos para dar servicio en salas de juego de Elche, Alicante y Murcia.
Mantenemos una relación profesional y personal desde hace 32 años. Es un grupo que se ha mantenido fiel y nos ha apoyado en momentos muy complicados. Mantenemos una relación excelente.
R. A.: Arrancar el negocio con unos clientes tan fuertes nos permitió ir ampliando la oferta de servicios y de clientes diversificando a otros sectores y otras áreas. Extendimos nuestra actividad a toda la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia, con unos talleres mecánicos.
Nuestra firma tiene, por lo general, un alto grado de fidelización. En muchas ocasiones algunos clientes cambian a otras empresas por el precio, en este sector desgraciadamente hay mucha competencia desleal, pero en un buen número de ocasiones vuelven a contar con nosotros.
P.: ¿Suelen cambiar por precio?
R. A.: Sí. En ocasiones la gente valora solo el precio a la hora de contratar el servicio.
R. M.J.: Somos conscientes de que cuando las cosas van mal, las empresas y la gente intentan ahorrar y nos proponen que bajemos los precios, que ya están muy ajustados, pero que responden a la calidad del servicio y cumplen la legalidad con todos los trabajadores.
R. A.: Una vez que pueden valorar el nuevo servicio, es frecuente que retomemos la relación.
P.: ¿Cuándo deciden ser empresarios? ¿Por qué te decides?
R. M.J.: En principio no tenía previsto ser empresaria, pero las circunstancias y las oportunidades me facilitaron el camino. Me decidí a dar el salto para tener mi propia empresa ya que el proyecto lo había desarrollado yo y estaba muy bien diseñado. La verdad es que siempre he sido muy atrevida para lanzarme a la piscina y esta fue una oportunidad.
R. A.: Yo tampoco lo tenía planeado, pero la llamada de mi hermana me animó. Había decidido dejar de estudiar y la situación laboral en Elche era muy precaria y se reducía al calzado, trabajar en fábricas. Empezamos a caminar juntos y hasta ahora.
P.: ¿Antes de empezar el proyecto conocías el sector de la limpieza o lo conociste en ese momento y te enamoró?
R. M.J.: Lo vi como una salida. Pensé que era un camino adecuado y ya está.
P.: Ni conocíais el sector…
R. M.J.: No. La verdad es que no tenía especial predilección por el sector de la limpieza. Pensé que los servicios irían a más y que podríamos crecer a base de sumar nuevos clientes dando buen servicio, siendo muy formales y teniendo a la plantilla como corresponde. Ser tan formales nos generaba dificultades para crecer porque nuestros presupuestos siempre eran más elevados. Cuando empezamos había muchas empresas “piratas” con escasas facturas oficiales. Tuvimos que hacer una labor impresionante de formación a los clientes.
R. A.: Además de empresas empezamos a trabajar con particulares, en un ámbito que todavía era más complicado porque había mucha gente que hacía estas tareas como complemento económico sin estar dada de alta en la Seguridad Social, por tanto, nuestros precios les parecían caros. Ha sido una labor pedagógica de mucho tiempo.
P.: ¿Ha cambiado mucho el sector desde que empezaron?
R. A.: Bastante.
R. M.J.: En estas tres décadas han pasado cosas buenas y no tan positivas. Pero es cierto que se nota la educación del cliente y que tiene más y mejor información para tomar sus decisiones. Ahora hay más y mejores máquinas; mejores productos, mucho más especializados y los trabajadores son mucho más profesionales. Es cierto que a alguna gente le siguen pareciendo carísimas las horas de la empresa de limpieza, pero cada vez menos.
Para saber valorarlo habría que ponerlo en relación con el precio de las horas en otras profesiones. La gente que acepta contratos con personal de la economía informal corre un gran riesgo en caso de accidente de la persona que le presta el servicio. No son conscientes de la responsabilidad civil subsidiaria en la que incurren.
R. A.: Sí, se han producido unos cambios muy notables, la mayoría de ellos para mejorar el sector. Nosotros cada vez estamos más centrados en buscar clientes que valoren el trabajo y el esfuerzo que realizamos.
R. M.J.: Hay que ser respetuosos con la plantilla y desarrollar una labor empresarial adecuada que tenga su justo margen de beneficio. Hay que tener en cuenta que más del 80% del presupuesto que presentamos es coste del personal, por tanto, el margen es muy pequeño siempre. Estas circunstancias y la competencia limitan el crecimiento.
P.: ¿Qué perfil de cliente tienen y que servicios son fundamentales?
R. A.: El núcleo fundamental de nuestros clientes lo componen empresas, aunque también contamos con una cartera notable de particulares con servicio a domicilio, sobre todo desde la crisis de 2008, cuando bajó la facturación y tuvimos que buscar alternativas para mantener la estructura de la empresa.
P.: ¿Qué servicios les prestan?
R. M.J.: Trabajamos mucho para la industria alimentaria y sanitaria, lo que nos obliga a dar más formación a la plantilla, que está muy especializada. Los protocolos de actuación son más complejos y técnicos que cuando prestas servicio en una oficina o una nave de producción.
R. A.: Entre nuestros clientes hay muchas clínicas dentales, farmacias, clínicas de diálisis, etc.
P.: ¿Han notado algún cambio en la demanda de los clientes con la pandemia?
R. A.: Es cierto que con la pandemia los clientes hacen más hincapié en la higiene y la desinfección. Al principio notamos que nos solicitaban muchos presupuestos, pero los resultados han sido visibles en las oficinas, las viviendas particulares, etc… Nosotros hacemos mucho hincapié en explicar los efectos de los productos, así como en la higiene y desinfección de superficies.
P.: ¿Creen que la sociedad valora bien a los profesionales del sector de la limpieza?
R. M.J.: En los primeros momentos de la pandemia fue una locura. Todo el mundo valoró mucho al personal de limpieza y la gente les daban las gracias. El fervor que había hacía la limpieza y el reconocimiento al profesional de la limpieza ha pasado, ya volvemos a estar otra vez menos valorados, a pesar de estar en primera línea en muchos puestos de trabajo. De hecho, no se reconoce como enfermedad profesional cuando el empleado de limpieza enferma de COVID-19, a pesar del riesgo que corre.
P.: ¿Hacia dónde va el futuro de su empresa?
R. A.: Nuestro objetivo es mantener los servicios que prestamos mucho tiempo y adaptarnos a las nuevas exigencias del mercado y de los clientes. Nuestra intención es hacerlo mejor cada día.
R. M.J.: Es cierto que el sector está muy difícil incluso ahora que la gente piensa que estamos volviéndonos locos limpiando. Sufrimos mucha competencia desleal, que se ha reactivado con la pandemia.
Nuestra estrategia es captar clientes que quieran legalidad y transparencia en las contrataciones.
R. A.: Buscar al cliente que valore también nuestro trabajo.
R. M.J.: Para conseguirlo vamos a seguir formando a nuestro personal permanentemente para que ofrezcan el mejor servicio posible. Para nosotros es muy relevante cuidar mucho a nuestro personal, que es nuestra fuerza de trabajo. Si se rompe una máquina la arreglas, pero si se estropea la relación con algún empleado, es muy difícil de resolver.
P.: Y el sector, ¿qué cambios tendrá a corto plazo?
R. M.J.: Creo que el sector de la limpieza va a tener importantes cambios en los próximos años.
R. A.: Estoy convencido de que va a ganar peso la robotización. De hecho, ya hay robots domésticos que empiezan a realizar tareas del hogar, entre ellas la limpieza. También va a tener una notable incidencia la digitalización.
P.: ¿Por qué es importante para el sector AELPA? ¿Qué le aporta AELPA a su empresa?
R. M.J.: AELPA es la organización que cohesiona el sector y que aglutina a las empresas para defender los intereses colectivos. Conseguirlo solo es posible con una asociación empresarial cada vez más fuerte. Para nosotros es fundamental estar en AELPA.
P.: ¿Cuándo la empresa les deja tiempo libre, a qué lo dedican?
R. A.: Desde que llegó la pandemia dedico mucho tiempo a ver películas y series en Netflix. Espero que lleguen mejores tiempos para disfrutar de las amistades.
R. M.J.: A mí me encanta leer, me gusta mucho. Me pueden dejar en una isla desierta con muchos libros mucho tiempo, sería feliz.